Chrome y Firefox dan un paso más en la seguridad y protección de la privacidad de los internautas. Desde el pasado mes, ambos navegadores advierten a los usuarios cuando acceden a una página web no segura, es decir, una página que todavía conserva el protocolo HTTP y no ha llegado a implantar el HTTPS. Este protocolo garantiza que el sitio posee un certificado SSL (Secure Socket Layer) y que su identidad está acreditada, proporcionando una conexión cifrada entre el servidor y el usuario que impide que datos de carácter sensible puedan ser legibles para terceros. No es recomendable compartir información sobre las tarjetas de crédito, contraseñas o datos personales a través de una conexión HTTP.
Con esta nueva medida adoptada por los dos navegadores más populares en sus últimas actualizaciones, cuando los usuarios accedan a una web, se encontrarán al inicio de la barra de la URL los siguientes elementos:
- En el caso de Firefox, un icono de un candado tachado con una diagonal roja cuando la web tenga HTTP o un icono de un candado verde cuando tenga HTTPS.
- En el caso de Chrome, la frase "No es seguro" con HTTP y "Es seguro" con HTTPS.
Al pulsar sobre ellos se accede a una breve explicación.
Ejemplo de visualización en Firefox y Chrome de un sitio que sí que es seguro.
Además de proyectar una mayor confianza y seriedad en los internautas que visitan la página, el cambio conlleva una mejor valoración en el ranking de búsquedas de Google, que premia la calidad y confidencialidad.
En la práctica, todos estos cambios implican la progresiva desaparición del HTTP, un protocolo ya obsoleto que quedará reemplazado por el HTTPS en favor de la privacidad de los usuarios.
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